Para entender un poco más sobre lo escaso que es este metal, las minas que contienen oro son muy pocas y las pocas que hay, tienen muy poca cantidad de oro. En algunos casos, en una tonelada de tierra, se encuentra apenas un gramo de oro (una parte por millón) y encontrar una mina así, ya es un hallazgo raro, aun cuando parezca muy poco.

Otra de las bondades del oro, descubierta mucho más recientemente, es que puede ser empleado para detectar el cáncer, pero para ello, primero se tiene que lograr formar una partícula de oro impresionantemente pequeña, es decir, una nanopartícula. Pero, ¿qué es esto de las nanopartículas? Primero, imaginemos un metro, una distancia no muy grande. Si partimos el metro en cien partes iguales, tenemos un centímetro, una distancia aún más pequeña. Si el mismo metro lo partimos en mil partes iguales, estamos hablando de milímetros, lo cual ya es una distancia bastante pequeña. Ahora, si ese milímetro lo dividimos en un millón de partes iguales, estamos hablando de un nanómetro. Lo interesante es que las partículas así de pequeñas exhiben características extraordinarias que no presentan cuando son mucho más grandes, de un milímetro por ejemplo.

Las nanopartículas de oro han sido probadas extensamente en la detección temprana del cáncer, ya que, agregándole cierto tipo de anticuerpos que se unen a unas proteínas que liberan las células cancerígenas,, las nanopartículas pueden viajar hasta las células del tumor. Después, irradiándoles cierto tipo de luz, los médicos podrían saber exactamente dónde se encuentra el tumor, aun cuando este fuese diminuto.

Gonzalo Curiel, soy estudiante de Ingeniería Química Metalúrgica y radico en México. Llevo cerca de 2 años trabajando como redactor en diversas temáticas tanto en español como en inglés. Manejo el idioma inglés al 97% de acuerdo al certificado TOEFL, avalado por Cambridge University y tengo 25 años.

Ver mi otras entradas