El establecimiento y la piscina se encontraban un poco más arriba del rio que cruzaba a espaldas de dicho establecimiento, pero el mismo tenía un caudal extraordinario, aparte de la belleza del paisaje de la zona, repleto de un verdor inigualable, porque sus montañas y laderas estaban cubiertas de pinos y arboles que con su sombra cubrían gran parte de la zona.
Sin embargo al día de hoy, es poco lo que queda de ese otrora espacio de sana diversión y entretenimiento que era dicho lugar, hoy solo se ve una simple línea de agua que cruza desesperanzada por dicha cuenca, sin nadie que se interese en tratar de reforestar y lograr que dicho riachuelo, por lo menos vuelva a poseer un mayor cauce que el que exhibe hoy día.
Constanza se está quedando poco a poco sin ríos y arboles, debido a la neglicencia de autoridades y la indiferencia de la ciudadanía de Constanza, ya que al parecer a pocas personas les interesa preservar lo poco del medio ambiente que aún queda en esta ciudad de Constanza.