La meta del Indotel es instalar unas 1,600 salas del conocimiento en zonas pobres de los parajes, comunidades, municipios y provincias, se indicó.

“Nuestra misión será garantizar el éxito de la gestión y la sostenibilidad de estas salas, afianzando el compromiso de las instituciones responsables en cada comunidad, para que se entienda que la misión de sostener esos centros corresponde a las propias comunidades a través de sus líderes comunitarios y de sus instituciones de servicio”, expresó.

El doctor Vargas sostuvo que en la medida en que se afiance y garantice la sostenibilidad y buena gestión de los centros, se lograrán hechos como el ocurrido en Santiago, donde se  graduaron 602 jóvenes, incluyendo varios no-videntes, una sordomuda y un grupo de discapacitados motores.

Dijo que estos graduandos de Santiago recibieron su diploma tras culminar sus estudios y dominar diferentes programas informáticos, además de aprender a usar las computadoras y a navegar en la red, “y esto se está repitiendo todos los días en todo el país”.

“Miles, o millones de niños, adolescentes, jóvenes y adultos hoy navegan y se bañan del sabio mar de las bibliotecas virtuales”, enfatizó.

Vargas planteó “la democratización del acceso a la información y el conocimiento  y ante todo la inclusión” porque, según afirmó, “no basta únicamente con el despliegue de infraestructura, tenemos que capacitar a la población, a niños, jóvenes, adultos y envejecientes”.

“Es así, -apuntó- que uno de nuestros pilares es y ha sido, la creación de las salas del conocimiento.  Estamos sembrando el país de salas digitales, de norte a sur, de este a oeste, en las ciudades y los campos. Desde Guayajayuco hasta la isla Saona y desde Salinas de Bani hasta Blanco Arriba en Salcedo.   La juventud, los niños, los ciudadanos comunes de las comunidades, ahora tienen una nueva oportunidad para pertenecer a la sociedad del conocimiento“.

Los centros de capacitación en informática (CCI) son espacios públicos gratuitos, orientados a la capacitación de niños, jóvenes y adultos residentes en áreas rurales y urbanas marginales,  cuyo objetivo general es promover el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) y propiciar el desarrollo humano y económico sostenible de las comunidades, principalmente aquellas con mayores niveles de pobreza, indicó.

Explicó que en estos centros se ofrecen servicios de capacitación en informática, salas de Internet, bibliotecas virtuales y  cursos de inglés.

Sostenibilidad financiera

En tanto, un grupo de representantes de entidades analizó en el “Taller sobre la sostenibilidad de las iniciativas de acceso colectivo a las TIC en la República Dominicana” la garantía de sostenibilidad financiera, técnica y social para más de mil salas tecnológicas instaladas por el Indotel, el Despacho de la Primera Dama y otras instituciones. Esta actividad fue organizada por la Comisión Nacional para la Sociedad de la Información y el Conocimiento (CNSIC).

El taller, realizado en el salón multiuso del Indotel,  logró compartir entre las distintas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que promueven iniciativas de acceso colectivo a las Tics, las lecciones aprendidas y las buenas prácticas en el manejo de las salas tecnológicas y los telecentros a nivel nacional.

La actividad fue conducida por el presidente de la Fundación Taigüey, Yacine Khelladi, experto regional en sostenibilidad de telecentros, quien a su vez dirige un centro comunitario de TIC en Barahona, y Amparo Arango,  coordinadora técnica de la Unidad de Apoyo a la CNSIC. Asimismo, tuvo el acompañamiento de Silvia Caicedo, oficial de proyectos del  Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) de Canadá para la región del Caribe de la iniciativa Telecentre.org.

“Este taller es una iniciativa organizada por la Unidad Técnica de Apoyo a la CNSIC, a raíz de disponer de los resultados de una investigación monográfica denominada “Los centros de acceso colectivo a las TIC impulsados desde el Estado en la República Dominicana”, elaborada por Yacine Khelladi de la Fundación Taigüey”, expresó la coordinadora de la CNSIC, licenciada Arango.

En el mismo se analizaron las metodologías de trabajo, recursos utilizados, el impacto de dichas iniciativas en las comunidades y los desafíos para garantizar la sostenibilidad e incrementar el impacto social de las salas del conocimiento en el desarrollo humano de las comunidades y sus habitantes.

Contó con la intervención del secretario de Estado y presidente del Indotel, doctor José Rafael Vargas, y estuvieron presentes además, los encargados de salas tecnológicas de todo el país, en representación de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que sostienen estos centros.

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