En un principio, los estudios parecían demostrar que esto se debía a que, por Internet, las personas están protegidas por el anonimato que proporciona este medio; es decir, nadie sabe quién está hablando en realidad, lo que podría animar a estas personas a comportarse de maneras que frente a frente no podría o no querría. Esto parecía bastante coherente, pero los estudios del proyecto llamado Computers in Human Behavior demostraron que no es el anonimato lo que insta esta conducta violenta en los usuarios, sino la falta de contacto visual con los mismos. Es decir, aquellos usuarios que interactuaron sí, en un ambiente controlado, fueron mucho más propensos a reaccionar violentamente cuando los ojos de la otra persona estaban escondidos o definitivamente no se veían. El estudio fue más o menos así: se reunió un grupo amplio de participantes y a algunos se les pidió proporcionar información de sí mismos, eliminando el factor de “anonimato.” A algunos otros se les ponía a “chatear” con la webcam puesta, en algunos casos permitiendo el contacto visual y en otros no. Los Estudios fueron muy contundentes: la violencia aumentó de forma significativa en todos los casos en los que el contacto visual no era permitido.

Gonzalo Curiel, soy estudiante de Ingeniería Química Metalúrgica y radico en México. Llevo cerca de 2 años trabajando como redactor en diversas temáticas tanto en español como en inglés. Manejo el idioma inglés al 97% de acuerdo al certificado TOEFL, avalado por Cambridge University y tengo 25 años.

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