Primero, ¿qué podrá ser eso de los estados entrelazados? Un poco de física podría explicarlo, aunque antes habría que aclarar que la física cuántica es una locura, una total contradicción a todo lo que se conoce e incluso puede generar reacciones de asombro como de rotundas negaciones, tales como: “eso no puede ser, alguien cometió un error.” Para no entrar en detalle, basta con decir que la física de los “grandes objetos,” tales como moléculas, células, organismos, planetas y hasta el propio universo, parecen obedecer ciertas leyes, como la de gravedad por ejemplo. Sin embargo, si nos adentramos al interior de las moléculas, hasta los átomos, estos se comportan de una manera muy diferente. Para la física cuántica y sus ecuaciones, un objeto puede ocupar el mismo espacio al mismo tiempo, en contradicción aparente con la física de grandes objetos o clásica (o la fundamentalista, o la mecanicista,.., existen muchos tipos de “visiones” de la física). El principio de estados entrelazados dicta que si se crean dos átomos idénticos, lo que le suceda a uno le sucederá al otro. La “teletransportación” en este sentido consistiría entonces en crear dos átomos y modificar uno de ellos de tal manera que al otro le suceda lo mismo. Por ejemplo, se tiene en algún lugar una “masa” que servirá de molde y otra que será el producto final, separados por miles kilómetros de distancia, y se convierte la masa original en, por decir algo, un vaso. Entonces, al convertir la masa original en un vaso, la otra se convertirá en una réplica exacta del molde, sin importar la distancia a la que se encuentren.
De esta manera, si bien no se puede transportar el vaso como tal, sí se puede crear, en cualquier otra parte del universo, una réplica exacta del mismo vaso. Suena a ciencia ficción, pero científicos han logrado modificar átomos satisfactoriamente separados el uno del otro gracias a esta propiedad, demostrando este principio.