Los metales son materiales con los que todos hemos tenido algún tipo de contacto, incluso algún tipo de noción de qué son estos increíbles materiales. Sin embargo, existen ciertos aspectos que quizás ignoremos, dado que son tan comunes y estamos tan familiarizados con la palabra y los materiales, que es difícil indagar en sus características. Primero, son quizás los materiales con mayor difusión en el mundo entero y que, si no existiesen o no se hubiesen podido trabajar para darles un uso, el mundo tal y como lo conocemos no existiría; ni siquiera podría existir la vida como la conocemos.

De los metales, quizás los más icónicos sean, en primer lugar, el cobre, después el hierro y el aluminio, así como los llamados metales preciosos, como el oro, platino, plata, etc. Los primeros metales, en algún momento, marcaron un antes y un después en la vida del ser humano. Algunas peculiaridades del cobre, por ejemplo, es que es sumamente dúctil, es decir, puede formar hilos con mucha facilidad, por ello que sea el material predilecto para cables, ya que además es un excelente conductor eléctrico. Sin embargo, existen materiales que serían mucho mejores para este fin, como el oro. El oro es un metal muy dúctil y de hecho es mejor conductor eléctrico, claro que el precio del oro en el mundo hace imposible que se utilice este metal para dicho fin.

El hierro es otro metal icónico, sin el cual no podríamos funcionar, ya que la falta de hierro puede resultar mortal. La falta de hierro en el ser humano puede provocar anemia y posteriormente, la muerte. De hecho, el hierro es tan importante para el cuerpo, que es inmediatamente absorbido para ser aprovechado; el inconveniente es que el cuerpo también absorbe otros metales que se “parecen” al hierro, como el plomo, el cual resulta letal en altas dosis. El hierro es un metal extremadamente duro y resistente a la tensión, así como a los impactos.  Cuando se mezcla con carbono, da lugar al acero, una de las aleaciones más comúnmente utilizadas en el mundo actual.

Por último, el aluminio, un material que anteriormente era sumamente cotizado por su bajo peso y por su brillantez característica. Era de hecho tan cotizado, que se dice que Napoleón Bonaparte colocaba cubiertos de oro para sus invitados y de aluminio para él, ya que era mucho más caro. El aluminio es muy ligero y relativamente resistente con respecto a lo poco que pesa.