Primero que nada, sí, la llave debía ser metálica. Dentro de los metales, tales como el cobre, el hierro, aluminio, oro, plata, etc., unas pequeñas partículas conocidas como electrones se encuentran bastante “libres,” en comparación con otros materiales como los plásticos, en los que los electrones se encuentran más o menos rígidos y casi no tienen movilidad. La electricidad, entonces, es consecuencia de la libertad de movimiento de los electrones.

La electricidad es simplemente una forma de energía, que de hecho surge de otras fuentes de energía. Por ejemplo, consideremos aquellas aspas enormes de generadores eléctricos en una planta hidroeléctrica. El agua cae por las aspas y las hace girar, produciendo energía. Esta energía es canalizada a través de materiales metálicos, obligando a los electrones a ir de una punta del material (la que recibe la energía de más) a la otra, para mantenerse estable. Estos electrones tienen su propia energía y tienen la capacidad de desplazar otros electrones o bien, producir otro tipo de energías. De hecho, mucha de la energía acumulada no se convierte en electricidad, sino en calor, dependiendo de qué tan bien conduzca o no la electricidad cierto material. Entonces, dado que la electricidad es producto de la movilización de electrones, sólo los metales conducen la electricidad (en condiciones normales, es decir, sin tomar el cuenta los fenómenos de superconducción), ya que sólo los metales tienen los electrones relativamente “sueltos.”

No todos los metales transmiten con igual facilidad los electrones, por ejemplo el plomo es muy mal conductor de la electricidad, mientras que el oro es uno de los mejores conductores. El cobre se utiliza generalmente por su bajo costo y porque tiene muy buena capacidad para la conducción eléctrica. Entonces, se puede concluir que los algunos electrones del oro se pueden desplazar más fácilmente que el cobre, pero el cobre es mucho más abundante, por ello se prefiere al cobre.

Gonzalo Curiel, soy estudiante de Ingeniería Química Metalúrgica y radico en México. Llevo cerca de 2 años trabajando como redactor en diversas temáticas tanto en español como en inglés. Manejo el idioma inglés al 97% de acuerdo al certificado TOEFL, avalado por Cambridge University y tengo 25 años.

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