Aplicaciones las hay por cientos de miles, para cada uno de los sistemas operativos, las hay de pago y otras totalmente gratis, o mejor dicho, que no tienen un costo económico inmediato para los usuarios, pero que si de alguna manera tenemos que pagar un costo, ya sea por el hecho de mirar la publicidad o por otra vía, pero al final las utilizamos, ya sea pagando en dinero o por publicidad, pero lo cierto es que aunque descargamos una gran cantidad día tras día, al final simplemente utilizamos unas cuentas, las que son mas efectivas o satisfacen en mayor grado una necesidad.
El hecho de que se descarguen cientos de aplicaciones diarias y que los usuarios tiendan a descargar cada aplicación que les resulte interesante en un momento determinado, y esto es algo que se ha debatido durante mucho tiempo y una y otra vez se vuelve a lo mismo y es que simplemente utilizamos tan solo aquellas aplicaciones que nos satisfacen una necesidad imperiosa, aquellas que para algunos son juegos o entretenimiento y otras que sirven para facilitar o hacer mucho más ágil y practico el trabajo diario o tus actividades diarias, las demás, las probamos, utilizamos uno que otro día, pero luego de eso, se quedan estancadas en la vorágine de nuestras pantallas, pasmadas y sin uso, por una razón u otra.
Las estadísticas muestran sin embargo, que los usuarios de smartphones dedican mayor tiempo a interactuar con las aplicaciones que tienen en sus dispositivos móviles, pero esto no quiere decir que estos usuarios utilicen mas aplicaciones móviles que de costumbre, sino que simplemente dedican mayor tiempo en las aplicaciones que son habituales en su uso diario, pero no necesariamente quiere decir que están utilizando mas aplicaciones en su día a día.
Esto lleva a una interesante reflexión y es que a pesar de las muchas descargas de aplicaciones hay algo que no está funcionando del todo bien, y es que sencillamente los usuarios tienden a descargar las aplicaciones que les resultan atractivas, pero estas no resultan tan interesantes para seguir utilizándolas día tras día y llega el momento del aburrimiento o que ya no le encuentran ningún tipo de atractivo y se quedan sin uso dentro de sus smartphones.
Los desarrolladores deben tratar de desarrollar entonces aplicaciones que obliguen a los usuarios a una vez descargadas, que las tengan que utilizar cada cierto tiempo por lo menos, para de esta manera garantizar en cierta forma la redituabilidad de su tiempo, pues el tiempo que dedican estos para desarrollar sus aplicaciones es bastante y sobre todo el mantenimiento y constante actualización para estar adecuadas a las nuevas actualizaciones y nuevos sistemas operativos o versiones de estos, o de lo contrario podrían perderse y al final trabajar para una simple descarga y un uso muy reducido del tiempo de cada usuario, lo que no garantiza un retorno de la inversión para dichos desarrolladores.
