En cuanto a la coordinación y el pulso necesario para realizar los cortes virtuales de forma más precisa, los video jugadores arrasaron con la prueba, obteniendo calificaciones mucho más elevadas que los internos de medicina con los que compitieron. Los concursantes jugaban en promedio dos horas diarias, lo que explicaría el porqué de sus habilidades superiores para manejar el bisturí virtual con mucha pericia. Si bien esto no implica que en un futuro los gamers van a realizar las operaciones, sí revela que los médicos cirujanos podrían beneficiarse mucho de este tipo de tecnologías para realizar cirugías extremadamente precisas mediante un software parecido a un videojuego, una pantalla y un mando, así como un robot que realice las órdenes mediante un mando. Este tipo de intervenciones podría resultar mucho más eficaz que las realizadas actualmente basadas en el buen pulso del cirujano, ya que además éste puede cansarse en cirugías mucho más largas de lo previsto y el pulso podría comenzar a verse afectado. Dado que manejar un mando parecido al de una consola de videojuegos es mucho más sencillo y menos agotador, podrían evitarse errores debidos al cansancio del cirujano.
Para lograr que este tipo de tecnologías lleguen verdaderamente hasta un quirófano, aún falta por desarrollar un software adecuado, así como buscar la forma, si es que se puede, de implementarlo como parte de los estudios de los estudiantes de medicina.
