Algunos de los misterios del átomo: física simplificada

Desde que se comenzaron a desarrollar nuevas tecnologías en torno a la física, se han logrado ver distintos aspectos del mundo de los átomos, muchos de los cuales, antes sólo podían ser calculados matemáticamente, ya que difícilmente se podían comprobar. Hoy en día, con la tecnología con la que se cuenta, se han podido incluso observar a los átomos. Sin embargo, aún continúan habiendo demasiados misterios en torno a los llamados “ladrillos” del universo.

Hoy en día, se sabe que los átomos se componen de tres tipos diferentes de partículas, dos de las cuales se encuentran estrechamente unidos en el núcleo del átomo. El modelo de Niels Bohr del átomo, el de sistema planetario, se adapta bastante a la forma, aunque posee muchas limitaciones por las que, al menos para los físicos, este modelo es ya obsoleto. Pero, para fines didácticos, es uno de los más útiles y uno de los más utilizados, así que nos valdremos de este modelo para simplificar lo más que se pueda lo que queremos exponer. En este modelo, los protones y neutrones se encuentran aglomerados en el núcleo, el cual se dibuja como una esfera. Alrededor de esta esfera, están girando los electrones. Pero, entre los electrones y el núcleo, no existe más que una tremendamente fuerte fuerza electromagnética y nada más.

Anuncios

El núcleo del átomo más simple que se conoce, el de hidrógeno, tiene un radio de 5.3 x 10-11 metros, mientras que el diámetro del átomo completo, con todo y el electrón, es de 1.2 x 10-15 metros, es decir que el núcleo es más de 44 mil veces más pequeño que el átomo. Para ejemplificar lo anterior, una pelota de tenis, que sería como el núcleo en este caso, tiene un radio de unos 3 cm aproximadamente. Por otro lado, un campo de fútbol tiene unos 100 metros de longitud en promedio aproximadamente. Pues si colocáramos la pelota de tenis en cierto punto, se necesitarían nada más que unos 14 campos de fútbol profesional para ejemplificar la distancia entre el núcleo y el electrón. Esto es revelador, ya que entre ambos no existe nada, lo que quiere decir que aún el material más sólido, está compuesto principalmente por… pues, nada en realidad. Sin embargo, lo podemos ver, lo podemos sentir, es rígido y difícil de atravesar, aun cuando en su mayoría está compuesto por espacios huecos.

Gonzalo Curiel, soy estudiante de Ingeniería Química Metalúrgica y radico en México. Llevo cerca de 2 años trabajando como redactor en diversas temáticas tanto en español como en inglés. Manejo el idioma inglés al 97% de acuerdo al certificado TOEFL, avalado por Cambridge University y tengo 25 años.

Ver mi otras entradas